Llevo usados varios botes de este champú de Yves Rocher, y me gustaría escribir mi opinión, ya que en este caso no puedo decir de una forma fácil, si me ha gustado o no.
Se trata del champú o crema lavante sin espuma, o Low Poo.
Para mi es un producto muy novedoso, porque ha sido la primera vez que he usado un champú sin espuma. Como su propio nombre indica, su textura es la de una crema, y para compararlo con algo, diría que se asemeja más a la textura de una hidratante corporal, que a lo que entendemos por el clásico champú.
Al aplicarlo por primera vez, notaremos esa diferencia que comento, y es que vamos a tener que ir masajeando para conseguir que la crema se esparza por toda la cabeza, y por mucho que frotemos, no vamos a ver espuma. Sí que vamos a ver que emulsiona un poco, pero no al nivel de crear espuma.
Cuesta más de aclarar que un champú clásico, ya que hay que ir masajeando para que la crema se vaya desprendiendo, y parece más bien que estemos aclarando la mascarilla o el acondicionador, que el champú.
En mi caso, no necesito usar un acondicionador tras usar este champú, aunque debo decir que mi pelo es graso.
El pelo queda muy suave, y a diferencia de lo que puede parecer, no me ha dado más grasa.
Es un champú sin siliconas ni sulfatos, y además, para fabricar el tubo en el que viene, se utiliza un 25% menos de plástico que en el típico bote.
Viene en un tubo de 200 ml y cuesta unos 5€, aunque suelen haber muchas ofertas.
En mi caso, este champú me ha gusta mucho y voy a seguir usándolo, pero no como champú habitual. Como ya he dicho, no me deja el pelo graso, y noto que limpia bien, pero me gusta la sensación de limpieza de utilizar un champú clásico, con espuma. Debo añadir, que cuando he tenido el pelo más sucio, por ejemplo, cuando he acabado de entrenar, he notado que no me dejaba el pelo tan limpio como otros champús, por lo que recomendaría esta crema lavante en caso de tener el pelo seco, y para los demás tipos de cabellos, lo recomendaría para usar una vez de cuando en cuando.
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